ORGÁNICO-GEOMÉTRICO (Esculturas, estudiantes de Modelado (2º curso de Facultad de Bellas Artes, ULL, 1996-97)

Bajo el título Orgánico - Geométrico presentamos una selección de obras pertenecientes a un grupo de alumnos de la asignatura de “modelado” de la Facultad de Bellas Artes, fruto del trabajo pedagógico practicado en nuestro aula-taller en los dos últimos años.

En esta muestra, de claro enfoque didáctico, se evidencian algunos principios esenciales que orientan nuestra intención pedagógica en la enseñanza de la configuración escultórica: la observación, el andlisis y la experimentación. Las piezas que se exponen, representaciones de.la cabeza humana y animal como formas autosuficientes así como del cuerpo humano elevado a la categoría de totalidadad son claros ejemplos de los “juegos experimentados” con distintas técnicas, materiales y procedimientos escultóricos llevados a cabo a partir de diversos planteamientos que giran en torno a diferentes conceptos fundamentales que han caracterizado a buena parte de la escultura del siglo X. Así, advertimos en algunas de estas obras, definidas por la masa hermética del volumen mediante la conjunción geometría-forma orgánica, una preeminencia de lo corpóreo; en otras, sin embargo, no existe prioridad entre la masa o el espacio: el vacío, como elemento escultórico, cohabita con la solidez de la masa en una sola unidad orgánica. La prioridad por el espacio en la configuración de algunas de estas piezas queda reflejada en el interés por reducir la masa a una pura línea definitoria. Estos “esqueletos espaciales” en los que confluyen transparencia y corporeidad, convierten la imagen humana y animal en auténticos dibujos trasladados al espacio, siendo éste un elemento estructural del volumen. Esta exposición es, en esencia, el reflejo de un proceso didáctico en el que hemos intentado conjugar tres fundamentos básicos que, a nuestro juicio, adquieren una extraordinaria importancia en el análisis de la escultura, la praxis y su enseñanza: el concepto, el magisterio y el efecto. El primero, que no es más que la forma de las cosas concebida e imaginada en la mente, lo entendemos como un hábito del intelecto. El segundo, la maestría expresada en la obra de acuerdo con el intelecto; y, por último, la obra o efecto obtenido. La planificación de esta muestra ha comportado de manera inevitable la omisión de las obras de muchos alumnos, justificada por razones de espacio y tiempo limitados. No obstante, quisiera expresar mi agradecimiento a todos ellos, pues sus interesantes respuestas, a través de una intensa y satisfactoria labor, a los problemas y ejercicios propuestos en el aula-taller han sido el mejor estímulo para plantear la exposición que hoy presentamos.

Román Hernández