SECRETISSIMA SCIENZA (Fundación Canaria Orotava de Historia de la Ciencia, Ex-convento de Santo Domingo La Orotava, 2004)
SECRETISSIMA SCIENZA La obra de Román Hernández exhibe una tensión sostenida entre la materia y la forma, entre lo inerte y lo vivo. Materia que se resiste al dinamismo de la forma que busca su perfección realizándose en el objeto. Vida que se presenta como cuerpo humano, con sus ojos perceptores de formas, con su cabeza pensante diseñadora de formas, con sus manos ejecutoras de formas. Cuerpo él mismo entendido como forma y como tal autoformable, transformable. Formas que requieren medida, cálculo, proporción. Esa misma tensión ha existido en las matemáticas desde su constitución como ciencia teórica por los pitagóricos, a finales del siglo VI a.n.e. Su creencia en que la Naturaleza era matemática, es decir, que actuaba según medida y proporción —como logos que podemos comprender en las razones numéricas y en las figuras geométricas— y que en consecuencia los fenómenos naturales podían ser medidos, resultó cuestionada cuando descubrieron la existencia de las magnitudes inconmensurab...